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¿Qué es la baja reserva ovárica?
La baja reserva ovárica es una condición en la que los ovarios contienen menos óvulos de lo esperado para la edad de la mujer, o los óvulos presentan una calidad reducida. Esta situación puede dificultar la concepción, especialmente cuando se intenta lograr un embarazo de forma natural.
Todas las mujeres nacen con una cantidad limitada de óvulos, y esta reserva disminuye con el paso del tiempo. Sin embargo, en algunos casos, la reducción ocurre de forma más acelerada o se presenta a edades más tempranas. La baja reserva ovárica no siempre está asociada con la infertilidad inmediata, pero sí puede limitar las posibilidades reproductivas a futuro.
Causas y factores de riesgo
La baja reserva ovárica puede deberse a múltiples causas. Uno de los factores más importantes es la edad. A partir de los 35 años, la cantidad y calidad de los óvulos suele disminuir de forma natural. No obstante, también puede estar relacionada con otros elementos como:
- Antecedentes familiares de menopausia precoz
- Cirugías ováricas previas
- Tratamientos médicos como quimioterapia o radioterapia
- Trastornos autoinmunes
- Endometriosis
- Tabaquismo y estilo de vida
En algunos casos, la causa de la baja reserva ovárica no puede determinarse con certeza.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de baja reserva ovárica se basa en una combinación de pruebas hormonales y ecográficas. Entre las más utilizadas se encuentran:
- Hormona antimülleriana (AMH): Evalúa la cantidad de folículos disponibles en los ovarios. Un nivel bajo puede indicar reserva ovárica reducida.
- Conteo de folículos antrales (AFC): Realizado por ecografía transvaginal, permite visualizar el número de folículos en los ovarios al inicio del ciclo.
- FSH (hormona foliculoestimulante) y estradiol en el día 3 del ciclo: Estos niveles hormonales pueden proporcionar pistas sobre la capacidad de respuesta ovárica.
Ninguna prueba por sí sola ofrece un diagnóstico absoluto, pero juntas brindan una imagen clara del estado ovárico de la paciente.
Impacto en la fertilidad y opciones disponibles
Tener baja reserva ovárica no significa que el embarazo sea imposible, pero sí puede representar un desafío mayor. El tiempo se convierte en un factor crítico, ya que la respuesta a los tratamientos de fertilidad podría ser limitada.
En mujeres que desean concebir, se pueden considerar diversas estrategias según el caso clínico:
- Estimulación ovárica personalizada para mejorar la respuesta a tratamientos de reproducción asistida.
- Fertilización in vitro (FIV), adaptada a ciclos con bajo número de óvulos.
- Donación de óvulos, especialmente cuando la calidad ovocitaria es muy baja.
- Preservación de la fertilidad, en fases iniciales, mediante congelación de óvulos.
La decisión sobre cada opción depende del análisis médico individual, la edad y el deseo reproductivo de la paciente.
Aspectos emocionales y acompañamiento
Recibir un diagnóstico de baja reserva ovárica puede generar ansiedad, tristeza o sensación de urgencia. Es importante contar con acompañamiento profesional y espacios de orientación emocional, que ayuden a procesar la información de forma serena y tomar decisiones informadas.
Aunque la situación puede parecer limitante, existen caminos posibles. Entender la condición, explorar las alternativas y actuar con claridad puede marcar una gran diferencia en la vivencia personal y reproductiva.

